12 de marzo de 2010

Donde Viven Los Monstruos de Spike Jonze. Reseña de Actualidad.




Donde Viven Los Monstruos de Spike Jonze (Where The Wild Things Are, 2009).

Aunque esta crítica debería haberla hecho hace tiempo, la película la vi en el momento de su estreno en nuestro país, mediados de diciembre, y no tenía creado el blog, por lo que quería volver a verla para poder hacerle la reseña que esta película con mayúsculas, se merecía. Y hoy ha sido el día, tras comprar en Estados Unidos el Blu-Ray de la película que todavía no está editada en nuestro país, de volver a verla y ratificar la impresión que tuve en el momento de verla por primera vez: es una auténtica obra maestra, la mejor película del pasado año, con una diferencia abismal con el resto de lo estrenado en el 2009, y una de las mejores películas de los últimos años.



Lo triste, es que esta oda a la infancia, la imaginación, y lo difícil que es la infancia, haya pasado tan desapercibida en nuestro país. El culpable, el mismo que está trayendo el mal al resto del cine que nos viene, mi odiada Avatar. Donde Viven los Monstruos tuvo la desgracia de ser estrenada el mismo fin de semana que la empalagosa cinta de Cameron. Esto, y una mala campaña de promoción, vendiéndola como una película infantil (nada más alejado de la realidad), hizo que la película no tuviera la repercusión que se merece.



La historia está basado en un cuento ilustrado clásico de la literatura estadounidense de unas 16 páginas, escrito por Maurice Sendak. La película nos narra la historia de un niño llamado Max de 9 años (excepcionalmente interpretado por el debutante de 9 años, Max Records), que está pasando una difícil infancia tras la separación de sus padres. Max se siente solo, ninguneado, aislado, completamente ajeno al mundo de los adultos, que tras una pelea con su madre, huye de casa para aparecer en una isla habitada por una familia de monstruos desestructurada sospechosamente parecida a lo que le ocurre a Max en su propio hogar, y que coronan rey a Max para llevarles a la felicidad perdida.



Lo que viene a continuación es una de las historias más bellas jamás contadas en el cine. Tierna, bella, poética, hermosa, con un final que hace llorar hasta al corazón más encallecido. El director Spike Jonze, al que siempre había considerado un autor frío y pretencioso, me sorprende con una historia que si tuviera que definir en una sola palabra sería honesta.



Jonze nos habla de la infancia desde un punto de vista nada idílico y azucarado, sino de una etapa de la vida difícil, de los problemas de las familias, de saber aceptar los acontecimientos de la vida, de amar, de saber perdonar, de imaginar, y lo más importante de todo, de sentimientos y de personas. Para ello se sirve de una historia perfecta, de unos actores grandiosos interpretando a los monstruos, destacando a James Gandolfini, el gran Tony Soprano, como el monstruo Carol. Su relación con Max es una de las más bellas historias de amor que he podido ver en mi vida. Hermosa es la palabra.



Suma a todo esto una música que te pone la carne de gallina, un diseño de producción maravilloso, una fotografía y una composición de plano que son de una belleza sin parangón, y unos efectos visuales magistrales, no porque intenten impactar sino porque en ningún momento piensas que lo que ves no es real, y tenemos como resultado una auténtica OBRA MAESTRA, que te hará reir, pensar y llorar. 



No lo dudéis, esta es la mejor película del año pasado, por encima de trucos de feria malos en 3d, aburridos pseudo-documentales sobre la guerra de Irak, o Tarantinadas sin gracia. Esta es la película que de verdad era merecedora de todos los premios habidos y por haber. Original como pocas y sobrenaturalmente bella. No puedo decir más, tenéis que verla para creerla.

6 comentarios:

  1. me ha encantado la reseña! :) y la película es preciosa!!! yo también destacaría la banda sonora que llena esas imágenes y que transmite tan buen rollito!! :D

    http://www.youtube.com/watch?v=rAfcBwYuNDU

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  2. es que no puedo decir nada malo de ella porque todo es bueno. Ni le sobra ni le falta nada. Una obra redonda. Una de mis películas imprescindibles para toda la vida.

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  3. muy buena reseña, realmente coincido en la maravilla de imagen, sonido y demas. gracias x recordarmela.
    Eduardo

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  4. Exceptuando un par de escenas, la de la maqueta y el final, el resto me parece que sigue la senda de como tu dices el frío y pretencioso cine de su realizador. Me pareció un videoclip largo, con una idea que a lo mejor en un corto o en un video musical hubiera funcionado, pero ni por asomo para un largo. Y exceptuando a carol y a kw, el resto de los monstruos me parecían sacados de barrio sésamo, me daba la sensación de que de un momento a otro saldría espinete. Todos estos directores de la "nueva olilla" que han salido en los últimos años otorgan a sus películas un tufillo neopopi gafapastero que echa para atrás. Avatar no fue el culpable del fracaso de esta película, fueron la pretenciosidad de su director, de intentar alargar in relato en exceso, para poder mostrarnos lo "bien" que mueve la cámara y lo "cool" que es eligiendo canciones que son iguales que sus peliculas, repetitivas, frías, y carentes de progresión dramática y emocional. El tiempo pondrá a estos directores de videoclips como las camisetas de moda que son, efímeras.

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  5. Carlos, no puedo estar menos de acuerdo con lo que dices. A la película ni le falta, ni le sobra metraje, cada escena es necesaria para entender lo que le pasa a Max y como se siente. En ningún momento veo que Jonze intente impresionar con su estilo visual, al contrario, está muy comedido y deja que lo importante sea la historia que nos está contando y no él. Que Carol y KW sean los monstruos que más te han gustado es normal, porque en el fondo son las partes de la personalidad y la vida de Max que más gustan, pero el resto de los monstruos (sobre todo el pájaro), me parecen igual de geniales y necesarios para contar la historia. Y la banda sonora es genial la mires por donde la mires, amplificando las sensaciones de alegría y tristeza que la historia requiere, sin ser intrusiva. Donde tu ves frialdad yo veo auténtico sentimiento, que no sensiblería, y absoluta calidez, donde el director demuestra que la infancia no es el camino de rosas que siempre intentan hacer ver en el cine con niños idiotas y con el cerebro del tamaño del chicle de un chupachups, contado todo con una elegancia y sutileza muy de agradecer en estos tiempos de espectáculos pirotécnicos carentes de alma. Me reitero, la mejor película del año pasado. Por cierto, mientras escribo esto, estoy escuchando la banda sonora

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  6. Felipe, no se si estoy más de acuerdo con la crítica de la película o con la respuesta que le das a Carlos.
    Mucho me temo que cada uno verá en cada monstruito partes que reconozca de su personalidad y otros que no llegue a comprender..
    Más alla del bonito envoltorio, un gran regalo para perderse y encontrarse en el pais donde viven y no se si mueren los monstruos

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