Casanova Gula de Matt Fraction y Fabio Moon.

Casanova Gula de Matt Fraction y Fabio Moon (Casanova Gula 1 al 4 USA) 

A Matt Fraction se le conoce sobre todo por sus interesantes y originales aproximaciones a héroes Marvel tan conocidos como la Patrulla X o Iron Man. Etapas que han recibido el reconocimiento crítico y sobre todo popular que le ha abierto las puertas para ser el artífice del evento Fear Itself para Marvel, recién acabado en su país de origen y de muy próxima aparición en nuestro país. 

Pero existe otro Matt Fraction, otro mucho más agresivo y delirante, que sigue la corriente de autores como Grant Morrison, la ciencia ficción europea o trabajos contemporáneos a este como el cómic publicado por Dark Horse, “The Umbrella Academy” del cantante del grupo My Chemical Romance y excelente guionista Gerard Way y un dibujante que comparten como es el brasileño Gabriel Bá. 

Gabriel Bá no participa en este segundo volumen de la colección, pero si que lo hace su media naranja creativa, Fabio Moon, que trabajó con Bá en dos obras como Dé:Tales y Daytripper. Moon mantiene el tono de Bá, pero su dibujo aporta referencias que van del Jean Claude Forest de Barbarella al Guido Crepax de Valentina. 

Las historias de Fraction también van por ese camino, en una mezcla de ciencia ficción espacio-temporal, sexualidad liberada, violencia extrema y personajes extravagantes y en algunos momentos esperpénticos. Y la mezcla funciona y chirria a partes iguales. 

No puedo dejar de admirar el desparpajo, la libertad y la rebeldía de un cómic que juega la baza del riesgo en un mercado tan conservador con el americano. Me gustó en su primera historia, Luxuria, y me gusta en este Gula. Pero también es cierto que las propuestas de Fraction se van diluyendo a medida que avanza la trama y que la lectura de la segunda mitad de la historia es menos atrayente e interesante que la primera mitad. 

Fraction acierta plenamente en los planteamientos, en sus personajes, sus motivaciones y las interactuaciones entre ellos, pero flojea levemente en su desarrollo, dejando un sabor agridulce pero siempre diferente en un tebeo que aunque no sea redondo si tiene los suficientes ingredientes interesantes y una factura gráfica de primera para ser una de las obras más recomendables de los últimos tiempos.