18 de enero de 2012

Alcatraz de J.J. Abrams


J.J. Abrams tiene la suerte de ser el creador más hypeado de los últimos tiempos. Sus series Alias y sobre todo Lost le encumbraron a la categoría de rey midas del entretenimiento audiovisual televisivo cuyas garras han llegado también a la pantalla grande. Pero Lost se ha convertido en su punto álgido, pero también en una pesada losa que le acompañará haya donde vaya.

Y en honor a la verdad hay que decir que el mérito de Abrams en Lost es relativo, ya que los verdaderos artífices de la grandeza de dicha serie fueron sus showrunners, Damon Lindelof y Carlton Cuse, ya que Abrams estuvo implicado en la primera temporada y al principio de la segunda, ya que sus proyectos cinematográficos (primero la tercera parte de Misión Imposible y después el reboot de Star Trek) le impidieron continuar en el serial.


Su implicación sería idéntica en los siguientes proyectos de su factoría, los cuales se han intentado vender como la nueva "Perdidos" o de los creadores de la misma. Y ninguna ha conseguido funcionar y levantar las pasiones que levantó la odisea de los Oceanic. Fringe vive en el filo de la cancelación, manteniéndose gracias a una pequeña pero leal base de fans (entre los que me incluyo), aunque estamos empezando a cansarnos de que no se decante por el procedimental al uso o el serial con todas sus consecuencias. Otros proyectos de Abrams posteriores no han conseguido cubrir las expectativas puestas en ellos (Undercovers, Person of Interest).

Pero eso es debido a que J.J. Abrams es una marca ahora mismo, al igual que su idolatrado  Spielberg lo era en los 80 con Amblin. Abrams pone su sello y su nombre y a otra cosa, que el hombre está que no para, sobre todo en el cine, su nuevo territorio a conquistar.


Vistos los dos primeros episodios de este nuevo y misterioso proyecto, dirigidos por Jack Bender, director de los mejores y más importantes episodios de Alias y Lost, además de otras series con tanta calidad como Los Soprano, me han dejado la sensación que me dejó el piloto de Fringe en el momento de su estreno: no está mal, pero no mata. La serie puede tener potencial, pero el factor sorpresa ha desaparecido.

Al principio de la reseña comentaba que Lost es y será en el fondo una losa para Abrams, que condiciona y condicionará todo lo que haya hecho, al igual que para George Lucas lo es Star Wars o para Coppola El Padrino. Todo producto suyo será comparado con este y todos han salido perdiendo, y Alcatraz no es una excepción.

Alcatraz arranca con una premisa atractiva a priori. En el año 1963 la prisión de Alcatraz cerró por unas instalaciones deficientes. La historia real es que en dicho año los más de 300 presos que estaban en sus instalaciones desaparecieron sin dejar rastro de sus celdas. Ahora en la actualidad comienzan a aparecer de nuevo.


La serie mezcla las organizaciones secretas marca de la casa Abrams como Dharma o Massive Dinamics, con ecos del 100 Balas de Azzarello y Risso, los flashbacks al estilo Lost y la pareja de investigadores de series como Expediente X o Fringe. La serie no aburre, sus valores de producción son excelentes y la premisa puede funcionar como caerse estrepitosamente.

Su problema, que el misterio es desvelado demasiado pronto, que las cartas se han puesto sobre la mesa con excesiva celeridad para ganar televidentes. Los personajes protagonistas, entre los que nos encontramos a viejos conocidos de Lost como Jorge García (el entrañable y orondo Hurley) o el veterano actor Sam Neill, se toman con demasiada naturalidad los extraños acontecimientos que suceden a su alrededor. Y eso chirría en muchas ocasiones.


La estructura de la serie en apariencia es la de un procedimental al uso. En cada capítulo aparece uno de los presos desaparecidos del espacio tiempo en nuestra época actual y hay que capturarle, además de introducirnos a ese preso a través de flahsbacks situados en la prisión que da título a la serie. Pero lo que la aparta del procedimental al uso son pequeños detalles, extraños misterios y pistas que hacen parecer que hay un gran plan y un gran misterio que será desvelado al espectador en un posible futuro próximo.

Ahí es donde la serie se la juega. La estructura de preso de la semana tiene los días contados para exprimir su fórmula sino tiene fecha de caducidad. Si la serie poco a poco se va alejando de eso y comienza a desvelar misterios y giros narrativos inesperados irá por el buen camino. Si por el contrario da una cal y otra de arena como Fringe, se quedará como una buena idea mal desarrollada. Esperemos que sea más de lo primero que de lo segundo.

1 comentario:

  1. no ha sido sorprendente pero tampoco ha sido un chasco... si se espera un Lost siempre nos decepcionaremos...a ver que nos depara Alcatraz!! yo creo que algo bueno :)

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