29 de enero de 2012

J. Edgar de Clint Eastwood


J. Edgar de Clint Eastwood (2011).

El biopic es un género complicado. Intentar plasmar en dos horas o tres a lo sumo la vida y milagros de un personaje histórico es tarea harto compleja. Y el nuevo proyecto del veterano Eastwood es un claro ejemplo de ello, porque fracasa tanto narrativa como históricamente. Y no es porque el proyecto no sea jugoso a priori. La vida del director y creador del FBI, J. Edgar Hoover (personaje oscuro y polémico donde los haya) podría haber sido una de las mejores películas de la carrera del cineasta, una visión del siniestro siglo XX de la historia de los Estados Unidos.


Pero ya históricamente Eastwood patina, no se bien si por una falta de valor, una inocencia que raya la estupidez o directamente porque Clint es un republicano como la copa de un pino y en el fondo está de acuerdo con que el fin justifica los medios, al estilo de su famoso e icónico personaje Harry Callahan. Eastwood reduce la siniestra figura de Hoover como un pobre hombre acomplejado, dominado por su autoritaria madre (Judi Dench) que quiere imponer la seguridad en sus querida América teniendo controlados a todos los ciudadanos con avances que actualmente utilizan todas las fuerzas del orden. Por supuesto todo se le va de madre y se queda casi solo, no porque él sea un desgraciado, sino porque nadie le comprende.


Podría estar de acuerdo hasta cierto punto con esa visión, al estilo de lo que hizo Oliver Stone con la estimable y reivindicable Nixon. Porque aquí Stone intentaba humanizar a Nixon, pero sin obviar todo lo malo que hizo. En cambio Eastwood se salta pasajes fundamentales de la vida de Hoover, casi haciendo como si no existieran las décadas de los 50 y los tumultuosos años 60 (McCarthy, la Caza de Brujas, la crisis cubana, el asesinato de Kennedy) en un ejercicio de síntesis por lo menos sospechoso.


Por supuesto que Eastwood plantea de manera excesivamente sutil el mal ambiente que se respiraba entre los hermanos Kennedy y Hoover, la posesión de material comprometedor de todos los altos cargos y presidentes de más de cuatro décadas de la historia americana, igual que su racismo reflejado en la figura de Martin Luther King. Pero todo visto desde la comprensión: él no es malo, lo que pasa es que está equivocado y obsesionado. Igual que el tema de la homosexualidad, quizás de lo más correcto del filme, pero que choca con la visión de un Hoover mucho más promiscuo. De nuevo, un lavado de imagen de la figura histórica.


Pero la película podría ser buena incluso si obviamos el punto de vista histórico con el que no estoy de acuerdo. Quitando la dirección de Eastwood y la reconstrucción histórica que es estimable (aunque adolece de exceso de post-producción digital no del todo conseguida en algunos pasajes) el resto de elementos del filme están muy mal. Lo primero de todo el guión, estructurado a la Iñarritu, es decir, tiro todo el metraje y lo coloco de la manera que me da la gana. De esa manera los saltos temporales no están bien estructurados, profundiza en exceso en aspectos superfluos (como ejemplo el caso del secuestro del hijo de Charles Lindberg) y pasa de refilón aspectos mucho más interesantes y jugosos como su relación con su secretaria (una poco aprovechada Naomi Watts) o su relación con su madre, además del sospechoso salto de dos décadas ya comentado.


Para terminar habría que hablar del mayor espectáculo de la función, Leonardo DiCaprio y su interpretación de Hoover. Lo primero, decir que el esfuerzo es estimable, pero su actuación queda dilapidada por un exceso de intensidad, en algunos momentos altamente cómica, reforzada por un horrible maquillaje que en muchos momentos aparenta ser un sketch de Joaquín Reyes en Muchachada Nui.

En definitiva, una película tibia, cobarde y excesivamente lenta y morosa. Eastwood debería comenzar a plantearse la jubilación, porque con obras como esta o su reciente "El Intercambio" (otra comedia involuntaria), demuestra que el cineasta está muy lejos del autor que nos brindó obras tan memorables como "Sin Perdón", "Un Mundo Perfecto" o "Mystic River".

1 comentario:

  1. y el momento: voy a redactar mi biografía, no quiero que ningún papel salga de aquí- llega Ed Westwick (Chuck Bass en Gosiip Girl) - roba un fajo en un despiste- se lo lleva.... ¿consecuencias? nada! no sale, no se habla, no nada ¿?

    aburrida, aburrida... me quedo con el "juver sin azúcar" ;)

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