8 de marzo de 2012

Nick Furia Vs. Shield de Bob Harras y Paul Neary


Nick Furia Vs. Shield de Bob Harras y Paul Neary (Nick Fury Vs. Shield 1 al 6 USA)

Gracias a la importación he conseguido una miniserie que leí a finales de los 80 y que guardo en mi memoria como una de las cimas del cómic de superhéroes de mi infancia. El título es Nick Furia contra Shield y apareció en Estados Unidos en el año 1988 como una miniserie de 6 números en formato prestigio, formato que DC Comics había convertido en un triunfo gracias a tebeos como Dark Knight de Miller, La Broma Asesina de Moore y Bolland o Blackhawk de Howard Chaykin. En un principio, dicho formato se utilizó para obras de supuesta envergadura y contenidos más adultos, aunque luego sirvió para colarnos algunos trabajos que bien servían para usar en el baño.


Visto el éxito del formato y de la temática adulta que tan bien le había venido a una DC Comics que en la primera mitad de la década de los 80 se había visto engullida por Marvel y que en la segunda mitad de la misma la miraba cara a cara, e incluso la superaba, Marvel decidió probar el formato con un especial de la nueva serie mutante de Claremont y Davis, llamada Excalibur que fue un gran éxito y con esta nueva aventura de Nick Furia y Shield que se presuponía definitiva.


Los artífices de la obra no eran primeros espadas del medio. Su guionista fue Bob Harras, que en la época había sido ayudante del editor Ralph Macchio en Marvel y que posteriormente sería odiado por el fandom tanto en su etapa como editor Marvel en los años 90, como en la actualidad siendo el editor de la DC actual y responsable del relanzamiento. En honor a su labor y sin discutir su calidad artística, hay que reconocerle el éxito flagrante de ambos proyectos, por lo menos a corto plazo.


La miniserie prestigio en cuestión, no apareció en España en formato prestigio (Forum no se arriesgaba del todo con ese formato por aquel entonces) sino como una miniserie en formato comic book de nueve números en el año 1989. La curiosidad, que en vez de usar las fabulosas portadas de la miniserie original, realizadas por autores de la talla de Jim Steranko o Bill Sienkiewicz, la labor fue encomendada a un Carlos Pacheco que había comenzado su carrera en cómics Forum.


Pero quitando anécdotas de abuelo cebolleta, vayamos al quid de la cuestión, el tebeo en sí. Un tebeo que en su momento disfrute con verdadera fruición, pero que leído en la actualidad me asalta al duda de si lo terminé de leer. La razón es muy simple. A los tres primeros volúmenes de la miniserie no les sobra ni les falta nada. La historia es muy sencilla pero tremendamente efectiva. Nick Furia es traicionado por Shield, una organización que no es tan pura y buena como parecía y persiguen a su antiguo director para acabar con él y que no descubra lo que se esconde debajo de la agencia secreta más importante del universo Marvel. El guión de Harras funciona con precisión, dosificando misterios y resolviéndolos y demostrando una habilidad narrativa fuera de toda duda. Paul Neary, el entintador habitual de Alan Davis y aquí dibujante principal de la colección, sin ser ninguna maravilla, hace un trabajo correcto y profesional, influenciado por Steranko y John Byrne, sabiendo crear ese clima claustrofóbico y negro que transmite la serie, sobre todo en sus inicios.


Porque las cosas se tuercen a partir del cuarto volumen y los dos últimos son directamente una gran decepción. No solo es que la narrativa se haga morosa en muchos momentos, que las adrenalínicas escenas de acción den paso a largos monólogos y discursos algo cansinos, sino que la valentía y el giro argumental tan genial que le ocurre a Shield y a la vida de Nick Furia, atrevido como pocos, sobre todo para la época en la que la serie fue creada, da paso a una resolución que no convence por cobarde, por no atreverse a dar el paso que se merecía su excelente planteamiento.


Eso no quita para que el tebeo merezca la pena, ya sea solo por esos tres primeros ejemplares dignos de estar entre algunos de los mejores tebeos Marvel realizados. Así que desde aquí invito a Panini a que recupere una miniserie y una historia de Nick Furia que lleva desaparecida desde hace casi 23 años y que aunque haya desaparecido de la continuidad Marvel, es un hito en la historia de uno de los personajes más carismáticos que ha dado la historia de la editorial, más ahora que está de plena actualidad con su aparición en el filme Los Vengadores, bajo los rasgos del grandísimo Samuel L. Jackson.




2 comentarios:

  1. Oe tengo una duda, al final se mueren o no se mueren todos???? estaba viendo unos comics actuales y todos los supuestos muertos los veo vivos y campantes asi que no entiendo.

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  2. En el universo Marvel nadie permanece muerto mucho tiempo... a no ser que te llames Gwen Stacy :)

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