14 de mayo de 2012

Sombras Tenebrosas de Tim Burton


Sombras Tenebrosas de Tim Burton (Dark Shadows, 2012)

Que el genio de pelo imposible que nos encandiló en los años 90 con su visión del murciélago de DC Comics, nos emocionó con su biografía del peor director de la historia del cine y la historia de amor de ese Frankenstein lleno de amor y manos repletas de cuchillas o que revolucionó el stop motion con ese icono que es Jack Skellington no está pasando su mejor momento artístico es por todos conocido.


Pero todos aquellos que le hemos adorado y cuyo cine marcó un antes y un después en un mercado repleto de autores miméticos y de escasa personalidad, anhelamos con ansia que este mago del séptimo arte vuelva a devolvernos la fe en su cine y su persona. Y ahora, dos años después de "Alicia en el País de las Maravillas", su obra más exitosa pero de las menos acertadas de su carrera, vuelve a intentarlo con la adaptación de un serial americano de los años 60 gótico y tenebroso, que es lo mejor que se le da a Burton.

El resultado, sin llegar a estar en la cumbre de su carrera que fueron los años 90, es quizás el mejor trabajo de Burton desde la ya lejana Mars Attacks. Y eso es porque este Dark Shadows nos devuelve al Burton de los orígenes, el de Bitelchús y Mars Attacks, gamberro y no tan pagado de si mismo, con el toque de tragedia gótica y película de la Hammer que fue Sleepy Hollow.


En su nuevo trabajo, Burton vuelve a colaborar con Johnny Depp, su alter ego en la gran pantalla, donde este interpreta a Barnabás Collins, un hombre de finales del siglo XVIII que es convertido en vampiro a su pesar por una bruja con mal de amores interpretada por la excelente y bella Eva Green que se come la pantalla en todas y cada una de sus apariciones. Barnabás tras ser encerrado, vuelve a un mundo que no conoce, la América de los años 70.


Y en ese contraste es donde Burton juega las cartas del humor con gran acierto, acercando al filme a ese Bitelchús que fue su carta de presentación en el Hollywood de finales de los años 80. A partir de ahí, Depp comparte pantalla con su familia de la gran pantalla, interpretada por un quién es quién de lo mejor que puede ofrecer el Hollywood actual y veterano, con actores y actrices como una recuperada Michelle Pfeiffer tras su colaboración con Tim Burton hace ya 20 años en Batman Vuelve, donde este la convirtió en un icono, Helena Bonham Carter, Jackie Earl Haley, la joven y prometedora Chloe Moretz, la Winona Ryder del nuevo siglo o Johnny Lee Miller.

El pero que se le podría sacar a la película es que tiene todo para convertirse en una de las obras maestras de Tim Burton, pero una serie de flecos y pequeños defectos la reducen a una buena película que si se hubiera pulido un poco más su guión se habría convertido en excelente.


Su primer problema es la gran cantidad de subtramas que acompañan a la trama principal y la gran cantidad de personajes (excelentes en su creación) que tienen poco tiempo de pantalla para poder extenderse y desarrollarse como debieran. Ya después del fantástico prólogo que da inicio la película, donde Burton mezcla de manera soberbia su magnífica dirección con el cine de la Hammer y el expresionismo de Murnau (con unos cuantos homenajes a su seminal Nosferatu) y donde de nuevo nos narra una bella historia de amor trágico y no correspondido, cambia de tono y tercio al introducirnos a una joven protagonista que parece que será la protagonista del largometraje y que será los ojos y el punto de vista del espectador a lo largo del resto de metraje, pero que de nuevo queda relegada en el momento que Barnabás vuelve a la vida y a la pantalla.


Esto, más una historia de amor intemporal que le falta la fuerza suficiente para emocionar como hiciera la historia de Eduardo, o personajes que carecen del metraje suficiente para poder explotar como se merecen, como los interpretados por Michelle Pfeiffer, John Lee Miller y su hijo o el poco aprovechado Jackie Earl Haley hacen que la película se quede lejos del alcance al que podría llegar. Eso no quita para que el resto sea excepcional, como cualquier cara a cara entre Depp y Green, la inquietante Chloe Moretz o los momentos en los que la película se aleja de Bitelchús, para acercarse más a Sleepy Hollow, con esas apariciones espectrales que viven en la casa de los Collins, sobre todo en el clímax final que se convierte en un grand guignol de lo sobrenatural.


En definitiva, quitando algunos aspectos del libreto final que de haber sido pulidos nos habrían entregado un Burton como dios manda, estamos ante el mejor filme de este en mucho tiempo, una película donde de nuevo nos encontramos a un Burton cómodo y tranquilo, que cree en lo que está haciendo, que en varios momentos llega a maravillar como hace mucho no conseguía y que en resumidas cuentas, vuelve a darnos a sus fans la emoción y la alegría de haber recuperado a un maravilloso contador de historias, que el ego y el merchandising quizá habían sepultado y como su Barnabás Collins, sale bajo la tumba para recuperar el lugar que nunca tendría que haber perdido.

1 comentario:

  1. "es quizás el mejor trabajo de Burton desde la ya lejana Mars Attacks" en esto yo no toy de acuerdo xq después de Mars Attacks estuvo Big Fish q a mi me parece simplemente genial :D además q M.A. a mi no me gustó jejeje

    esta me ha divertido mucho! y, hablando de todo un poco, ¿es solo a mi o el niño (David) es como si fuera el actor de Sherlock de pequeño? me recuerda un montonazo!!

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