30 de diciembre de 2013

Las películas del 2013



2013 llega a su fin y hay que hacer balance de lo visto en este año donde los superhéroes y las franquicias han hecho de nuevo su agosto. Pero ha sido un año también de películas pequeñas que han encontrado su hueco entre tanto blockbuster testosterónico.

1. The Man of Steel de Zack Snyder

Si ha habido una película que ha sido amada y odiada a partes iguales por el público y por el fandom comiquero ha sido esta nueva revisitación al superhéroe clásico por antonomasia, Superman. Poco queda en esta visión cínica y oscura post 11-S del optimismo e ingenuidad de la cinta de Richard Donner. Y gracias a dios, porque este nuevo Superman se coloca a la altura del Batman Begins de Christopher Nolan, en esta arriesgada, épica, oscura pero muy heróica nueva aventura del último hijo de Krypton. Un Henry Cavill perfecto para el papel, un Zod interpretado con verdadera convicción por un Michael Shannon aterrador pero a la vez muy humano, una enérgica dirección de Zack Snyder que deja atrás sus excesos con el ralentí, unos efectos especiales fastuosos, un épico score de Hans Zimmer que redefine y supera el impacto de la banda sonora de John Williams (que no la nostalgia) y un guión de David Goyer polémico, pero muy inteligente. La mejor película del año. Y si, por mucho que nos gustara el Superman de Donner, se ha quedado anticuado.

2. Nymphomaniac Parte 1 de Lars Von Trier

El enfant terrible del cine actual y el director de cine independiente más mediático desde David Lynch (a Tarantino ya no le cuento, porque es mass media absoluto) nos entrega estas navidades su película más ambiciosa, un estudio sobre la sexualidad y las supuestas perversiones en dos películas de la que acaba de llegarnos del día de Navidad (Lars eres un crack) la primera parte. Si, Von Trier sigue siendo un pedante y un egocéntrico, le gusta la polémica más que a un tonto un lápiz, pero también es un director y un estudioso del ser humano de primera y aquí lo vuelve a demostrar, en obra negra, pero muy satírica, donde el humor (el capítulo protagonizado por Uma Thurman es absolutamente magistral y desternillante en su patetismo) hace acto de presencia, en la que puede convertirse en la obra total de Lars Von Trier a la espera de una Parte 2 que se antoja por lo vislumbrado más excesiva. La pena, que tengamos que esperar para ver el montaje original con una hora más de duración y toda de seguido, que estrenará Von Trier en el festival de Berlín.

3. Pacific Rim de Guillermo del Toro

De sexo, fluídos y genitales, pasamos a metal, furia y destrucción. Otra orgía y obra total para del Toro, como Nymphomaniac lo es para Lars Von Trier. Si Von Trier se excita diseccionando a los seres humanos, Del Toro goza con la furia de los mechas, la destrucción de los kaijus y este homenaje a toda una generación que hemos disfrutado, al igual que Del Toro, con Mazinger Z, Akira, Robotech, Godzilla o Evangelion. La pena, que el público generalista no sepa disfrutar de la que fue la propuesta más refrescante del pasado verano cinematográfico. 

4. Gravity de Alfonso Cuarón

Si ha habido una experiencia cinematográfica diferente este año en las carteleras ha sido este Gravity de Cuarón. Una montaña rusa de ajustada hora y media de duración, donde Cuarón vuelve a poner al límite las posibilidades del cine, las nuevas tecnologías y su propio talento (que es mucho), demostrando que el 3D es una herramienta muy interesante para directores que ven en ella un elemento narrativo y no un truco de barraca de feria. La pena, que por mucho que digan que es lo que es, el guión no esté a la altura de tamaña proeza técnica y narrativa.

5. El Gran Gatsby de Baz Lurhmann

Adorado por el público y odiado por la crítica, tras Romeo y Julieta y Moulin Rouge e ignorado por el público y machacado por la crítica tras el desastre artístico y financiero que fue Australia, Baz Lurhmann, que a atrevido no le gana nadie, estrenó su película más arriesgada, la adaptación del maravilloso clásico de Scott Fitzgerald, El Gran Gatsby, un análisis de la ambición, el éxito y la caída de una sociedad conducida por el éxito y que sirvió de profecía al crack del 29 y a la depresión de los años 30. Por supuesto, los cuchillos estaban afilados y el público no la recibió con la efusividad esperada y la crítica le volvió a machacar. Y no se lo merecía, porque El Gran Gatsby es el mejor trabajo de Lurhmann, una obra cuya forma y fondo está perfectamente equilibrada y donde nos encontramos de nuevo el mejor Lurhmann, tanto en sus excesos musicales y visuales, como en sus mejores momentos, los intimistas, que elevan esta adaptación modernizada pero extremadamente fiel del clásico, a los altares del mejor cine. Y si, ya podéis empezar a ponerme a caldo.

6. Antes del Anochecer de Richard Linklater

En 1993, Linklater nos sorprendió a todos con una pequeña historia en presupuesto y duración de dos veintañeros que se conocen en un tren en Viena y pasan un memorable y bello día que les cambiará de por vida, tanto a ellos como a los espectadores que la disfrutamos. Linklater, Hawke y Delpy se volvieron a reunir en 2003 para entregarnos una secuela donde el tiempo cinematográfico corría parejo al tiempo real, reencontrándonos con unos personajes en la treintena que habían abandonado la inocencia y los sueños de la juventud para adentrarse en la realidad de la treintena. Ahora, diez años después, Linklater remata con el final de la trilogía, con unos cuarentones Hawke y Delpy que tienen que enfrentarse a la realidad del amor para toda la vida, la responsabilidad de los hijos y todo aquello que nos hace humanos y hace que la vida merezca la pena, aun con sus sinsabores. Una obra maestra absoluta, tanto esta tercera parte, como la trilogía al completo. Si hubiera más directores como Linklater y películas como este Antes del Anochecer, nunca tendríamos que hablar de la crisis de ideas del cine actual.

7. Silver Linings Playbook de David O. Russell

¿Hace cuánto no veíamos una buena comedia romántica? Una comedia que no tomara por idiotas a los aficionados al género y que tuvieran una pareja tan adorable como imperfecta. David O. Russell obra el milagro, gracias a unos perfectos Bradley Cooper y Jennifer Lawrence, en esta historia de personas perdidas e imperfectas pero muy humanas, de la importancia de la familia y el amor verdadero. Una película donde el humor y las lágrimas van de la mano y que convierte a este filme en una pequeña joya del siglo XXI que se merecía haber sido merecedora de todos los premios del año pasado, muy por encima de Argos, Vidas de Pi y Daniel Day Lewys.

8. The Master de Paul Thomas Anderson

El cine de Anderson cada vez se vuelve más hermético y enigmático. El heredero natural de Kubrick vuelve por el buen camino tras el traspiés y los excesos que fueron Pozos de Ambición, con este extraño ¿biopic? sobre los inicios de la iglesia de la Cienciología. Impresionantes tanto Joaquín Phoenix, Seymour Hoffman y Amy Adams, en un película extraña pero subyugante. Un must de este 2013, pero que no será del gusto de todo el mundo.

9. Django Desencadenado de Quentin Tarantino

Al igual que Anderson, Tarantino recupera el brío perdido tras su peor película, Malditos Bastardos, con esta revisitación al Spaguetti Western y a Sergio Leone, mezclado con una crítica nada sutil al racismo en Estados Unidos. Impresionantes Christoph Waltz y sobre todo Leonardo DiCaprio y un correcto Jamie Foxx pero que se queda muy por detrás de sus compañeros de reparto, ayudados por la enérgica, autoreferencial pero muy divertida dirección de Tarantino, solo puedo echarle en cara su duración, alargada en exceso por un epílogo que podía haber llegado un poquito antes. El resto, de lo mejor de la filmografía de Tarantino, sobre todo esa extensa y tensa cena que lleva al sangriento desenlace final.

10. Rush de Ron Howard

Que Ron Howard demostrara que podía ser un magnífico director gracias a la excelente Frost Nixon, no ha sido flor de un día y todo gracias a Rush, la biografía de Nikki Lauda y su contrincante pero admirado rival James Hunt, es un verdadero triunfo cinematográfico. Vibrante en su ritmo, genial en la recreación tanto de la época como en las adrenalínicas carreras de Fórmula 1, lo que queda al final es la historia de una ambición vista desde dos puntos de vista, gracias al buen trabajo de Chris Hemsworth y Daniel Bruhl y una amistad/rivalidad que sobrepasa las barreras del deporte.



Imposibles Vengadores de Rick Remender. Repasando Marvel Now!


Con este post termino lo que sería el primer repaso a lo que ha dado de si Marvel Now! en este 2013. Por supuesto, quedan series por reseñar como FF de Fraction y Allred, pero me la reservo para cuando termine, para valorarla en su conjunto y ver si la espantada de Fraction de la colección hace que la termine deprisa,corriendo y mal. Y casualmente, este último post coincide con el tebeo que dio inicio a toda la línea, Imposibles Vengadores.


Continuación directa de los acontecimientos ocurridos en el desenlace de Vengadores Vs. X-Men, esta nueva colección es un excelente punto de arranque para cualquiera aficionado que hubiera dejado de leer Marvel hace tiempo, o para aquel que quisiera comenzar a adentrarse en la lectura de esta nueva etapa del universo Marvel.


Pero un aviso para navegantes: Si eres lector Marvel de toda la vida, la disfrutarás mucho más. La razón, que Remender es una verdadera enciclopedia de la historia Marvel y dentro de este apasionante tebeo hay elementos de todas las épocas de la Casa de las Ideas. Para empezar, la primera saga con la que arranca la la colección tiene retazos de la saga de la Bomba Loca de Jack Kirby, aparecida en la serie del Capitán América en los años 70, trae de vuelta a villanos olvidados pero fundamentales de los años 90 como Apocalipsis u Onslaught y viaja al pasado para encontrarnos con situaciones y conversaciones con aroma de tebeos clásicos como Los Vengadores de los 80.

Lógicamente, de donde más bebe es de su propia obra y esta colección continua todo aquello que hizo tan grande el tebeo que puso en el punto de mira de industria y aficionados a Remender, Imposibles X-Force, un tebeo que sabía recuperar el aroma y el sabor de los buenos tebeos mutantes, con una capa de modernidad bien entendida, lo que la ha convertido en un referente para todo autor que se acerque al universo de Xavier, Magneto y compañía.

Porque ese ingrediente fundamental, el de la paranoia y el miedo al mutante y el intento de Xavier de coexistencia entre ambas razas es el eje de esta colección. Tras el clima mutante que ha provocado Cíclope, el Capitán América ha decidido crear un supergrupo que aplaque el clima de histeria antimutante, formado tanto por miembros de la Patrulla X, como de Los Vengadores. El grupo, liderado por Alex Summers, el hermano de Cíclope, pero con un pasado como agente gubernamental, parece la idea perfecta para reconciliar a la opinión pública con esta raza.

El problema, que los variopintos componentes del grupo son, parafraseando al Bruce Banner de los Vengadores de Whedon, una bomba de relojería. Pícara, cada vez más radicalizada contra los humanos y enemiga acérrima de su compañera del grupo, una Bruja Escarlata detonante de todos los problemas mutantes desde La Casa de M y que parece en el fondo avergonzarse de sus orígenes mutantes, o un Lobezno y Thor que esconden dentro de ellos el fantasma de la culpa de errores pasados que auguran un futuro incierto a su grupo y la humanidad.

Remender crea una genial telaraña de tramas que van todas engarzando poco a poco como un gran todo, muy al estilo Hickman, pero que Remender parte con ventaja, porque además de ser un excelente arquitecto como narrador, es también un excelente creador y desarrollador de personajes, unos personajes repletos de humanidad. Remender sabe hacer vibrar al lector, tanto con una brutal y épica escena de acción, como con una conversación entre dos personajes en la cocina de la mansión de Los Vengadores. Si además está acompañado de dibujantes tan buenos como John Cassaday, Olivier Coipel o Daniel Acuña, que parece que es el dibujante que se ha quedado de manera regular, el resultado no puede ser menos que excelente.


La trama urdida por Remender solo ha sido la punta del iceberg en los primeros 12 números de la serie regular aparecidos en nuestro país. No sabemos como terminará todo esto, pero visto lo visto y habiendo leído Imposibles X-Force (y el que no lo haya hecho que vaya corriendo a comprar los cinco tomos que publicó Panini con la etapa Remender al completo), sabemos que Remender no nos va a defraudar.

29 de diciembre de 2013

La Habitación Nº 26 cumple 4 años!!



4 años han pasado desde que comencé mi andadura en el blog. Y un último año que ha sido todavía menos prolífico que el anterior. Y aunque no he cumplido con lo prometido y mi asiduidad ha sido menor de la que hubiera querido, solo puedo dar las gracias a todos aquellos que han seguido leyéndome cuando he ido publicando en este año tan irregular. Pero estas últimas semanas he vuelto con fuerza, repasando todo Marvel Now!, en unos posts, que por los comentarios que he ido recibiendo a través del blog y las redes sociales, os están gustando, lo que hace que recupere con ilusión este proyecto tan personal.

Me despido, prometiendo que este año La Habitación volverá a recuperar la periodicidad de la que fue característica La Habitación Nº 26 en sus primeros años. Y para terminar, comparto de nuevo con todos vosotros el post que lo comenzó todo, mi Carta Abierta a James Cameron, tras la decepción que fue para mi el visionado de Avatar. Y aunque antes amara su cine y ahora lo odie, debo darle las gracias a Cameron el que fuera el incitador y la mecha para que comenzará a compartir con todos vosotros todo aquello que me apasiona.


Muchas gracias a todos!!! 

Spiderman Superior de Dan Slott. Repasando Marvel Now!


¿Peter Parker muerto? ¿Octopus en el cuerpo de nuestro arácnido favorito? ¿Nuestro amistoso vecino Spiderman convertido en un héroe violento y despiadado, casi el Batman/Azrael de Knightfall?¿Hemos vuelto a los años 90 y nos hemos vuelto locos? ¿Es que Marvel no tuvo suficiente después del Mefistazo y nos quiere hacer daño a los seguidores del Hombre Araña?

Seguro que muchos pensaron eso tras anunciarse lo que iba a ocurrir en esta nueva andadura del personaje creado por Stan Lee y Steve Ditko hace más de 50 años. Pero lo que otros mucho pensamos, es que detrás de esto estaba Dan Slott, el hombre que ha sabido traer de vuelta al mejor personaje creado por la Casa de las Ideas.


El seguidor del arácnido más famoso del mundo no ha ganado para sustos con su personaje favorito en esta última década. Comenzamos con el Spiderman de Stracinsky, que no empezó mal, aunque intentara convertir a Peter Parker en el legado de la Araña, para luego convertir a nuestra adorada Gwen Stacy en una casquivana que se acostaba con Norman Osborn a espaldas de Peter, rematando su etapa con Spiderman desenmascarándose y narrando la que quizá haya sido la etapa más pesada del personaje en mucho tiempo, con un Peter cansino y apático, encerrado en un matrimonio aburrido (para él, ella y los lectores) y que para colmo acabó con la muerte de Tia May.

De ahí al Mefistazo orquestado por Joe Quesada había un paso. Peter prefirió borrar su matrimonio con Mary Jane de la existencia que dejar que Tía May criara malvas y comenzar de "cero", con un Peter soltero y ligón, no sea que los personajes crezcan y avancen en este universo de tebeo donde todo cambia para que todo siga igual.


Pero hay que decir que esta nueva etapa de Spiderman escrita a cuatro manos entre Dan Slott, Joe Kelly y alguno más que ahora mismo no me acuerdo no estuvo mal. Los tebeos estaban divertidos y cualquier cosa era mejor que seguir aguantando a Stracinsky, uno de los escritores más sobrevalorados de la historia del medio y que actualmente y con el paso del tiempo ha demostrado sobradamente lo que es, un bluff.

Y llegó la era o mejor diría el reinado de Dan Slott como único autor de la historia del trepamuros, y la cosa no hizo más que mejorar. Peter consiguió un trabajo como se merecía, de científico estrella en Horizon Labs, Spiderman se ganó merecidamente y después de mucho tiempo el reconocimiento de la ciudad de Nueva York en la divertidísima Spider-Island, J.J. Jameson cambió su puesto como director del Bugle a la alcaldía de Nueva York, Peter consiguió una nueva aunque breve novia y Mary Jane Watson volvió a ser protagonista de la nueva historia del personaje. Todo volvía a su cauce.

Pero Dan Slott tenía un bombazo y un as en la manga para culminar su etapa en una de las colecciones señeras de la editorial, Amazing Spiderman. En su número 700, y tras redefinir a uno de los villanos más característicos e icónicos del personaje, El Doctor Octopus, o Doc Ock para los amigos, que estaba muriéndose debido a la degeneración de su cuerpo, consiguió transferir su mente de su cuerpo moribundo a la de su archienemigo, Spiderman, también conocido como Peter Parker.

Y Peter murió en el cuerpo de Doc Ock, y Doc Ock se quedó con el cuerpo y la vida de Peter Parker. Pero también con los recuerdos y el sentido de la responsabilidad y la moral del fallecido. Y aquí comienza Spiderman Superior, el cambio más agresivo e irreverente en la historia del personaje, pero también uno de los grandes hitos en la historia del personaje.


Que ninguno piense que esta idea es tan peregrina como la de dejar a Bruce Wayne paralítico para que tomara el manto del murciélago un zumbado como Azrael, medida que tomó DC en los años 90 para "modernizar" a sus personajes emblemáticos para que se asemejaran en el fondo y en la forma a los anabolizados anti-héroes que fueron los personajes de Image en la época.

Al contrario, esta es una de las soluciones más inteligentes e innovadoras que se hayan podido encontrar en las historias tan a menudo trilladas del comic mainstream americano. Slott adora el personaje y su universo, y se nota. Aparte de ser un guionista como la copa de un pino, que sabe dosificar la información que da, estirándola cuando es necesario, y metiéndote unos cuantos golpes de efecto a la de ya, que te deja completamente fuera de guardia.


Como no quiero contar nada a los lectores que todavía no se hayan hecho con este pedazo de tebeo, solo diré una cosa. El espíritu de la colección y del personaje sigue como tiene que ser. Es un tebeo que aunque tiene un toque de oscuridad que el personaje no ha tenido normalmente, sigue lleno de situaciones divertidas. Te vas a sorprender, te vas a indignar y vas a sufrir viendo lo que Slott tiene preparado para sus personajes y para el lector.Y Peter sigue muy presente, porque en el fondo, es el alma de la colección. No dejes pasar esta colección. Es una parte muy importante de la historia del personaje y la editorial. No dejes que te lo cuenten o esperes que se convierta en un clásico de la historieta y te lo estropeen los spoilers. Ya es un clásico y lo mejor es seguirlo mes a mes. Hay un antes y un después en la historia del personaje y esta vez va en serio.

27 de diciembre de 2013

X-Men de Brian Wood, Olivier Coipel y David López. Repasando Marvel Now!


Hay autores que son vendidos como la octava maravilla del mundo antes de que de verdad hayan demostrado su verdadero potencial. El problema con eso, es que nunca están a la altura de las expectativas y su éxito y su fama es efímera. En la historia del cómic americano hay muchos ejemplos y uno de ellos en los últimos años es el caso de Brian Wood.

A Brian Wood lo comenzamos a escuchar los lectores con la aparición de una nueva serie Vertigo llamada DMZ. Las loas hacia su trabajo eran impresionantes y probé. El resultado fue una decepción. Luego publicó bajo el mismo sello Northlanders, una aproximación realista de la historia de los vikingos, que tenía sus momentos, pero que tampoco era la revolución del mundo del cómic que nos habían vendido.


De ahí, el salto al mainstream propiamente dicho fue inmediato. De su primera etapa al frente de los X-Men no puedo hablar, porque no la he leído, ya que abandone el título de Victor Gischler y no tuve intención de reengancharme. Y ahora ha vuelto, en este nuevo volumen cuyas protagonistas son las Mujeres-X.

El mayor problema que tiene esta colección es la saturación de títulos X que hay en el mercado y la calidad de los mismos. ¿Qué puede aportar Brian Wood a una franquicia que tiene títulos tan excelentes y originales como las dos Patrullas X de Bendis y el Lobezno y los X-Men de Jason Aaron? (Astonishing X-Men ni la considero, porque es un muerto en vida que no tiene ningún sentido desde que la abandonara Joss Whedon). 


La respuesta a esta pregunta tras leer los cuatro primeros episodios de la colección es muy poca cosa. La primera saga de tres números, bellamente ilustrada por Olivier Coipel, no es más que una historia de relleno que no tiene ningún interés y no aporta nada a los emocionantes acontecimientos que están ocurriendo en la franquicia. Y el hecho de que las protagonistas sean las mujeres X realmente no se aprovecha por ninguna parte, por varios motivos.

El primero de ellos es traer de vuelta a un personaje tan poco interesante como Júbilo. Partamos de la base de que lo que hizo Gischler con el personaje de convertirlo en una vampira es de las ideas más absurdas y peregrinas de la historia reciente de los mutantes. Pero es que además, Júbilo es un personaje que nunca ha servido para nada. Creado por Claremont y Lee a finales de los 80, un remedo barato de una Kitty Pryde para los adolescentes de los 90 y homenaje de Jim Lee a la Robin femenina del Dark Knight de Miller, nunca ha sido un personaje que haya tenido potencial y que se haya desarrollado con interés. Su mayor aportación al mundo del cómic fue el ser el referente de estilo para los adolescentes de Gen13... y poco más.


Pero lo que le ocurre a Júbilo, podemos decirlo del resto de integrantes femeninas de la Patrulla X. Kitty Pryde está siendo perfectamente tratada en La Nueva Patrulla X y en Lobezno y los X-Men, así que aquí es una mera comparsa. Tormenta desde hace décadas está irreconocible, demostrando que solo sabía escribirla Chris Claremont, aunque aquí Wood intente provocarle un forzado conflicto con Rachel Summers... y así el resto de integrantes femeninas como Pícara (otro personaje con el que ya nadie sabe que hacer y que sobra) o Mariposa Mental, que si comparas su personaje aquí, con el trabajo que realizó Remender en sus X-Force.


Eso no quita a lo mejor, para que Wood tenga un plan a largo plazo y realmente no pueda desarrollarlo hasta que acabe La Batalla del Átomo, el primer crossover entre todos los títulos de los X-Men de Marvel Now!, pero eso sigue demostrando que esta es una serie secundaria dentro de la franquicia, que donde se corta el bacalao es en las de Bendis y Aaron y que por lo tanto, da igual el talento o las intenciones del guionista, ya que nunca podrá hacer nada revolucionario que pueda afectar al desarrollo de las otras colecciones.

26 de diciembre de 2013

La Nueva e Imposible Patrulla X de Brian Michael Bendis. Repasando Marvel Now!


Que Brian Michael Bendis ha cambiado la Casa de las Ideas es evidente. Solo hace falta mirar los tebeos que se hacían en la década de los 90 y lo que se hace ahora tras la llegada de Bendis en el año 2001 a Marvel, con tebeos como Alias, su Daredevil junto a Alex Maleev o Ultimate Spiderman. Que guste a muchos y lo odien otros tantos es cuestión de gusto, donde todo depende de lo que te guste sus excesos y su descompresión narrativa. Pero ha demostrado ser un guionista la mar de versátil y por supuesto mucho mejor y más influyente que un contemporáneo suyo, Mark Millar, que quitando tres o cuatro tebeos muy buenos que tuvo, ha demostrado que aparte de demostrar que es un genio de las relaciones públicas y el marketing, sus tebeos y su aportación al género superheróico ha sido un verdadero bluff.


Pero Bendis se dio a conocer de verdad ante el gran público con su larga etapa al frente de Los Vengadores. Se puede decir mucho sobre su trabajo al frente de Los Vengadores y todas sus series en paralelo (que no tenía nada que ver con Los Vengadores de toda la vida, que que pintaban Lobezno y Spiderman por ahí o que estiraba las tramas hasta el límite y más allá), pero lo que nadie puede negar es que puso de nuevo a los Héroes Más Grandes de la Tierra en el candelero, los convirtió en los superventas de la editorial y recuperó un título que languidecía entre los puestos más bajos de ventas de la editorial y entre los intereses del fándom. Cierto es también que su etapa se alargó demasiado en el tiempo y que después de Asedio, que debía haber sido su canto del cisne, sus Vengadores ya no fueron lo mismo.


¿Y qué personajes le quedaban por tocar dentro del universo Marvel? La antigua niña bonita de la editorial, allá por los años 80 y 90, porque a partir del siglo XXI y quitando etapas tan famosas como los Nuevos X-Men de Morrison o Astonishing X-Men de Whedon, las series regulares de los mutantes no le importaban al público, por mucho que Matt Fraction y Kieron Gillen recuperaran un poco la fe en unos personajes que llevaban quemados mucho, pero que mucho tiempo. Los primeros visos de que algo se movía en el horizonte mutante fue Cisma, el evento mutante donde se separaron Cíclope y Lobezno, y con ellos la raza mutante y el pedazo de serie que es y sigue siendo Lobezno y los X-Men de Jason Aaron.


Pero Bendis y compañía tenían un plan para volver a poner a los mutis en la primera línea de popularidad. Y ese plan fue Vengadores contra X-Men. Un crossover que quizá pecó de longitud, pero que en su segunda mitad demostró como tenía que ser un evento editorial marvelita. Que los Vengadores aparecieran primero en el título de la saga era una mera maniobra económica al ser la niña bonita de la editorial, porque los verdaderos protagonistas de la saga fueron la Patrulla X y las consecuencias de lo que ocurrió les devolvió de lleno a la primera página del universo Marvel.


Y así Bendis, con la misma maniobra que realizó con Los Vengadores, se saca de la manga dos series de su puño y letra para contar las andanzas de los mutantes: La Nueva Patrulla X y La Imposible Patrulla X, donde el truco es que te puedes leer cualquiera de las dos series por separado y disfrutarlas como un enano, pero si te lees las dos, el goce ya es completo.


La primera de ambas series en aparecer fue La Nueva Patrulla X y su premisa no podía ser más polémica: traer de vuelta a la Patrulla X original, la de Stan Lee y Jack Kirby. Las alarmas comenzaron a sonar. ¿Bendis está loco?¿Qué es esto?¿Marvel la ha vuelto a liar, ya no sabe que hacer y esto va a dejar en nada el Mefistazo? 


Y Bendis, listo como el solo, demostró no solo que no teníamos nada de que preocuparnos, sino que la magia Marvel había vuelto, y el retorno gracias a la Bestia del quinteto mutante original tras viajar en el tiempo a su futuro, nuestro presente, para que Cíclope se diera cuenta del error que está cometiendo con su radicalismo exacerbado, ha sido la mejor idea que ha tenido la Casa de las Ideas en mucho tiempo, entregando a cambio el mejor tebeo de la editorial y también el más adictivo.


Lo que otros autores habrían convertido en una cagada editorial antológica, en manos de Bendis se convierte en el mejor tebeo mutante desde los tiempos del mejor Claremont. Original, innovadora, inteligente y muy pero que muy adictiva. Bendis entiende y comprende a todo su reparto, deja tiempo para que se desarrollen de manera convincente, en especial al mejor personaje de la serie, la joven Jean Grey, la gran revelación del tebeo y el personaje central desde el que la serie gira...y de que manera.

Pero un gran guión no consigue desarrollarse del todo si no hay un buen dibujante que lo sepa plasmar. Y La Nueva Patrulla X tiene el mejor dibujante de superhéroes que existe en la actualidad, Stuart Inmonen, viejo colaborador de Bendis y que aquí nos deja con la boca abierta página a página, demostrando que se le da igual de bien una gran pelea entre superhéroes, que una conversación de dos personajes, que un momento cómico o uno dramático. Es perfecto. Y su sustituto en ocasiones, David Márquez, no es Inmonen, pero no lo hace nada mal.


La segunda serie de la que dispone Bendis para desarrollar su historia es La Imposible Patrulla X. Y si en la Nueva, vemos todo desde el punto de vista de la Patrulla original y el bando anti-Cíclope formado principalmente por la Bestia, Lobezno y Kitty Pryde, en Imposibles tenemos el punto de vista del bando de Cíclope, formado por el mismo y otros afectados por la fuerza Fénix como Emma Frost, Magneto e Illyana Rasputin, alias Magik, un personaje que Bendis ha devuelto la importancia que tuvo en la época Claremont.


La Imposible Patrulla X es un tebeo más oscuro, más negro y también menos interesante que su colección hermana. No es un mal tebeo ni de lejos, con elementos tan interesantes como esos nuevos alumnos mutantes que Cíclope ha adoptado (aunque necesitan más desarrollo en los próximos episodios), la extraña relación que tienen ahora la expareja formada por Scott y Emma, o que demonios quiere Magneto y porqué está jugando a dos bandas con Shield y Scott. Pero no destila la magia que expulsa por los cuatro costados La Nueva Patrulla X.


Es posible que parte de ese pequeño problema sean los dibujantes elegidos para acompañar a Bendis en esta colección, Chris Bachalo y Frazer Irving. Dos pedazo de dibujantes, con un estilo personalísimo  y muy interesante pero que ambos pecan del mismo defecto, un storytelling algo confuso en algunos momentos.


Pero es muy posible que si no existiera La Nueva Patrulla X estaríamos ensalzando esta otra colección. Así que mi recomendación es que si solo tienes que comprar un tebeo al mes, no dudes en comprar La Nueva Patrulla X. Y si puedes comprar dos, que el otro sea La Imposible Patrulla X. Están pasando grandes cosas en el universo mutante y no puedo estar más contento. ¿Te lo quieres perder?

23 de diciembre de 2013

El Nuevo Universo de Los Vengadores de Jonathan Hickman. Repasando Marvel Now!


Si hay algo que no se le puede criticar a Jonathan Hickman es que piensa a lo grande. Sus historias y arcos argumentales no tienen nunca cabida en una pequeña miniserie de 6 números, ni en un evento anual que sirve para reverdecer las arcas de una gran editorial, sino que sus historias se desarrollan a fuego lento, a lo largo de varias colecciones y únicamente cuando ves el conjunto de lo creado, puedes valorar el trabajo realizado.

Y eso hizo en Los 4 Fantásticos, una larga y alabada etapa que trajo frescura de nuevo a los personajes más emblemáticos de Marvel, pero que en sus último año perdió la frescura con la que comenzó. Y ahora, en este nuevo baile de autores y personajes que es Marvel Now!, ha tomado las riendas de los que ahora mismo son las estrellas de la editorial, el universo de Los Vengadores y todas sus series paralelas.

Los Vengadores han sido el título estrella de la casa de las ideas en este nuevo siglo, gracias a Brian Michael Bendis, que redefinió el título y a sus personajes para una nueva legión de seguidores y trajo de vuelta a los lectores veteranos en una etapa diferente, no exenta de polémica, pero por lo menos por mi parte, repleta de grandes aciertos.


Pero si que es posible que a Los Vengadores de Bendis les faltara un ingrediente fundamental que va intrínseco a los Héroes Más Poderosos de la Tierra, el componente cósmico. Los Vengadores de Bendis eran demasiados terrenales, sus enemigos muy urbanos y cuando Bendis se aventuraba a sacarles de la ciudad, no conseguía el efecto deseado, porque Bendis se maneja mejor en dichos entornos urbanos, y a Alias, Daredevil o Spiderman me remito.


Así que Hickman le ha vuelto a dar la vuelta al título y a la franquicia, creando a medida que pasan los episodios una magna space opera, donde puede dar rienda de nuevo a conceptos tan atrayentes como tierras paralelas, multiversos en colisión, unos creadores de la humanidad muy cercanos a los ingenieros de Prometheus (el nunca bien ponderado regreso de Ridley Scott a la saga de los xenomorfos) y elementos tan olvidados y oscuros de la historia Marvel como el Nuevo Universo creado por Jim Shooter en el año 1987.


Pero también bebe del trabajo de Bendis en estos Vengadores, quizá en el mejor de los conceptos que el calvo favorito de Marvel creó en su larga etapa, los Iluminati, o ese supergrupo en la sombra formado por Iron Man, Reed Richards, Namor y Pantera Negra entre otros, y que rigen el destino del universo a espaldas de la humanidad y de sus compañeros superheróicos.


Y este batiburrillo de ingredientes, ¿se torna indigesto a lo largo de las dos series principales de la franquicia? Pues sí y no, dependiendo de como te leas la serie. Mi opinión de la misma, leída mes a mes (la serie de Los Vengadores, donde se tratan las aventuras superheróicas, por llamarlas de alguna manera y Los Nuevos Vengadores, donde conocemos lo que traman en paralelo Los Iluminati) era de una serie densa, difícil de seguir, muy fría y poco interesante, con personajes excesivamente fríos, un exceso de información y poca épica.


En el momento que la lees del tirón (que es lo que he hecho estos últimos días), la etapa cambia por completo, viendo con una perspectiva mayor el gran plan que tiene Hickman preparado para los personajes, viendo como todo va encajando en su sitio, como la historia no se la va inventando a medida que la va realizando y como todo ello desemboca en el nuevo evento Marvel, Infinito, del que llevamos la mitad publicada en España y que debe ser leída en paralelo con las dos series vengadoras de Hickman, ya que todas ellas forman un todo indivisible y absolutamente apasionante.


Los más grandes superhéroes de la tierra, mundos paralelos, seres omnipotentes creadores de mundos, todas las razas alienígenas del universo Marvel, traiciones, secretos y medias verdades, Thanos y un creador que por el momento parece saber muy bien lo que quiere contar, en unas series frescas y diferentes a lo que estamos acostumbrados a leer en las grandes editoriales. ¿Os lo vais a perder?

20 de diciembre de 2013

Lobezno de Paul Cornell y Alan Davis. Repasando Marvel Now!


Aunque en España esta colección es conocida como Salvaje Lobezno, hay que destacar algo que es importante para el lector. En la actualidad, y sin contar la magnífica Lobezno y los X-Men de Jason Aaron, hay dos colecciones protagonizadas por el famoso mutante de las garras adamantium, Lobezno y Salvaje Lobezno.


Salvaje Lobezno es una especie de Marvel Team Up como el que tiene y ha tenido Spiderman, dónde el trepamuros se junta con el resto del universo Marvel. Esta colección, de la que ya se ha publicado su primera saga de manos de Frank Cho, mejor dibujante que guionista, fue la primera de las dos series que publicó Panini en la colección de Lobezno con el inicio de Marvel Now. Posteriormente ha continuado con Lobezno de Paul Cornell  e irá intercambiando series por arcos argumentales. Pero este Lobezno es donde se seguirá la historia principal (si realmente tiene una el personaje).


Paul Cornell tiene un trabajo muy complicado. Si el autor que sacó todo el partido a Logan fue Chris Claremont y posteriormente solo dos autores han sabido exprimir su potencial, Larry Hama y Jason Aaron. Cornell viene casi después de que Aaron realizara una etapa no perfecta, pero si muy interesante. Y uno se plantea, ¿qué más se puede contar sobre Lobezno que no se haya hecho?


Y Cornell no se complica, entregando una primera aventura repleta de acción, donde Logan tiene que perseguir al clásico alienígena que se introduce en el cuerpo de las personas (si habéis visto el clásico de culto de los 80, Hidden, os haréis una idea de por donde van los tiros), eso sí, acompañado por un peso pesado de la industria, Alan Davis, quizás el único estandarte que queda de los grandes dibujantes de los 80 y que siga entregando un trabajo de 10.


El problema es cuando Davis no puede entregar su trabajo y Marvel tiene que recurrir a dibujantes de banquillo. Ahí el tebeo se resiente y si se resiente, es porque los guiones de Cornell no son todo lo buenos que tienen que ser. No le voy a quitar el mérito a Cornell en algunos aspectos, como el genial reparto de secundarios que ha introducido, como buen inglés, dentro de un pub al que acude habitualmente Logan en Nueva York. Pero la sensación que deja la lectura de estos seis primeros números es de bueno, pero no mata. Habrá que esperar a que el inglés nos entrega su nueva saga, donde Logan se encuentra en una situación parecida a la que vimos en Lobezno Inmortal, para ver si este Lobezno merece que le guardemos un sitio en la estantería.

19 de diciembre de 2013

Jóvenes Vengadores de Kieron Gillen, Jamie McKelvie y Mike Norton. Repasando Marvel Now!


Uno de los grandes problemas que acarrean los tebeos de superhéroes en la actualidad, es lo complicado que lo tienen para alcanzar a las nuevas generaciones y sobre todo a los que se ha denominado "nativos digitales", es decir, los niños y adolescentes que han nacido y crecido con Internet como medio de comunicación y pasan horas y horas entre Facebook, Twitter, Instagram y demás redes sociales a su disposición. Los tebeos de este género han quedado relegados a treintañeros y cuarentones que seguimos enganchados a estos mundos de fantasía.


Y eso es debido a que muchas veces estas editoriales no han sabido hablarles de tu a tu a estas nuevas generaciones, con un lenguaje y unas historias que se aproximen a su forma de entender el mundo y lo que les rodea. Por eso, la existencia de este tebeo en la Marvel actual es una rara avis dentro de la editorial.

La encarnación actual de los Jóvenes Vengadores proviene de un tebeo de mediados de la década pasada, que fue mirado con recelo cuando se anunció su publicación, pero que en el momento de su aparición nos demostró que se podían seguir haciendo tebeos novedosos y con un punto diferente en el anquilosado mundillo superheróico. Sus autores, el guionista Allan Heinberg y el dibujante Jimmy Cheung, nos deleitaron con una maxiserie de 12 episodios y una continuación en forma de miniserie de 9 capítulos, La Cruzada de los Niños. ¿Pero había vida más allá de sus creadores originales?

La respuesta es un rotundo sí. Kieron Gillen, guionista irregular capaz de lo mejor y lo peor, junto al dibujante James McKelvie, autores ambos del inclasificable Phonogram editado bajo el sello Image, aúnan en un mismo tebeo problemas adolescentes y generacionales, una relación homosexual digna de elogio y que no tiene nada que envidiar al galardonado cómic europeo "El azul es un color cálido", rupturas de la cuarta pared, referencias a la alta y baja cultura pop y recursos estilísticos más propios de la Acme Novelty Library de Chris Ware, que de un tebeo de superhéroes al uso.


Un tebeo diferente, unos personajes que se salen de las páginas para convertirse casi en entes tridimensionales, un reflejo absoluto de lo que es y significa ser un superhéroe en una era donde los likes, los retweets y el prestigio social se mide a golpe de clicks. El primer tebeo de superhéroes de la era digital. ¿Os lo vais a perder?


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