16 de mayo de 2015

The Multiversity de Grant Morrison: Homenaje y demostración de las posibilidades del género superheróico















Grant Morrison lleva demostrando desde sus inicios con Zenith para 2000 AD, que su amor por el género superheróico no tiene fin. Al contrario que sus contemporáneos, Morrison nunca ha querido destruir el género, ni encorsetarlo en un mal entendido realismo. Todo lo contrario, Morrison adora todas y cada una de las épocas de un género que ha vivido mil y una reinterpretaciones, reivindicándolas todas y sabiendo sacar partido de cada una de ellas, desde sus orígenes entroncados con el pulp, pasando por la Silver Age, la era Marvel o los primeros escarceos con el realismo sucio de los años 80.



No es de extrañar que Morrison fuera, junto a Mark Waid y Kurt Busiek el que intentara traer de nuevo la luminosidad al género a finales de los 90 con la JLA y posteriormente entregara tebeos tan fuera de las modas imperantes en los últimos años para las dos grandes majors como New X-Men, Batman o All Star Superman. Tebeos ambos tres, que bebían de toda la historia de los personajes, sin avergonzarse de ninguna de ellas, para entregrar un tebeo que llevaba mucho más allá todo aquello de lo que bebía, evitando reinterpretaciones o remakes inconfesos a la Busiek. En resumen, tebeos más allá de lo contemporáneo, eternos y siempre con la vista puesta en todo aquello que les había hecho evolucionar.



Porque no nos confundamos. El mayor mal que han tenido y tienen los tebeos actuales, sobre todo los que vienen de Marvel o DC es esa repetición incansable de todo aquello que ya ha funcionado, intentando hacerlo parecer novedoso, cuando es todo lo contrario. Muertes de personajes, reinvenciones, múltiples crossovers cortados todos por el mismo patrón para aparentar cambio, cuando realmente solo sirven como ilusión para devolver a unos personajes al status quo cómodo y confortable que esperan una mayoría de fans, que anhelan el cambio, pero que se revuelven cuando algún autor como Morrison, intenta llevar más allá a unos personajes que sus fans solo están relativamente cómodos con ellos cuando no les sacan de su área de confort.



Y llegamos a The Multiversity, la nueva propuesta de Morrison que se sujeta en trabajos previos del autor como Los Siete Soldados de la Victoria, su reciente Action Comics o la poco valorada pero interesante Crisis Final. Todas ellas han sido el banco de pruebas, obras irregulares, pero que le han servido al escocés para acometer la que quizá sea su gran obra magna dentro de DC Comics.

The Multiversity, con su estructura de miniserie de 2 números que sirven como apertura y colofón y siete especiales unitarios que unen ambos ejemplares, es la mejor demostración de amor que un autor haya hecho jamás al género más famoso de los cómics. Un tebeo, que lleva hasta límites insospechados la ruptura de la 4º pared, ya probada con gran éxito en obras previas del autor como Animal Man o Los Invisibles, pero donde en estas, el lector era un observador omnisciente del acontecer de la obra. En cambio, en The Multiversity, el lector se convierte en uno de los protagonistas de una obra coral que sucede a lo largo y ancho de 52 mundos alternativos, siendo causa y consecuencia de los acontecimientos que en ella ocurre.



Y si los dos números principales de la miniserie son todo aquello que debería ser un gran evento editorial, con una dosis de épica, heroísmo y espectacularidad que deja en evidencia a la mayoría de los intentos de gran evento multitudinario que inundan nuestras librerías, gracias al acertado guión de Morrison y un Ivan Reis al 100& en los lápices, la verdadera joya de esta serie son los 7 especiales publicados entre medias de estos dos números y que son lo que hace a este tebeo la obra maestra que es.



7 especiales ubicados cada uno en una de las 52 tierras del multiverso DC. 7 tierras que son más interesantes cada uno, que todo lo publicado por DC Comics en la actualidad y que deberían ser la base que llevarían a DC Comics de nuevo a la grandeza. Cada uno de los especiales tiene un tono diferente y cada uno de ellos homenajea a una época diferente dentro de la historia de DC Comics, desde el pulp de los años 30 en el especial SOS, el delicioso homenaje a los tebeos de Fawcett del Capitán Marvel del especial Thunderworld, el homenaje y reinterpretación del Watchmen de Alan Moore y Gibbons en el que es no solo el mejor tebeo de la colección, sino también uno de los mejores tebeos publicados en mucho tiempo, ese Pax Americana repleto de detalles y guiños, un trabajo de orfebrería que se convierte en una fusión entre el estilo de Chris Ware y lo plasmado por Gibbons, que se merece todas las alabanzas recibidas, gracias al sobrenatural trabajo de Frank Quitely.



Pero no solo tenemos a Frank Quitely, sino también a autores tan magistrales como Chris Sprouse, Doug Manhke o Cameron Stewart, por destacar a unos pocos de los autores que se han embarcado en estos números especiales. Especiales que pueden leerse y disfrutarse de manera individual, pero que cada uno de ellos son una pieza de un maravilloso puzzle que puede leerse en el orden de publicación y de otras mil maneras, repleto cada uno de ellos de pistas, enlaces y referencias a lo leído en los demás. Sin olvidar por supuesto esa bizarrada tan maravillosa y original como The Multiversity Guidebook, especial donde aparte de avanzar la trama, incluye una guía del Multiverso, de la historia del Universo DC y fichas de cada uno de los integrantes de las 52 tierras que habitan el universo DC, que solo por esto, Morrison merece un altar entre los aficionados. Una guía tan metarreferencial, que sirve tanto al lector como a los personajes de la obra y que debería colocarse Dan Didio grapado en el cabecero de su cama, para que viera como debería gestionarse el universo DC.



Y es que en este especial, Morrison hace fácil lo difícil, sabiendo dar unidad a todo lo ocurrido en el universo DC desde sus inicios, para en 4 páginas resumir la historia de este universo y darle una unidad y coherencia que múltiples autores y editores a lo largo de 75 años no han sabido hacer.



Pero podría seguir escribiendo miles y miles de párrafos acerca de esta obra magna. Solo deciros que el punto de partida es un tebeo llamado Ultra Comics, que supuestamente está maldito. Y nada más voy a contar, porque la grandeza está en que vosotros como lectores lo vayáis descubriendo mes a mes leyendo cada especial. Espero que lo disfrutéis como yo y que cada mes releáis lo leído y leáis el correspondiente al mes, porque The Multiversity tiene tantas capas, tantos detalles y tanta maravilla en cada una de sus páginas que releerlo no será una obligación sino un verdadero placer.

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