12 de octubre de 2016

Suicide Squad: Rebirth de Rob Williams, Jim Lee y Philip Tan. Repitiendo los errores del pasado




















¿Recordáis hace ya la friolera de 20-25 años cuando Image Comics irrumpió en nuestras vidas y Liefeld, McFarlane, Silvestri y Jim Lee tomaron las librerías especializadas y nos la metieron doblada a toda una generación de lectores que quedamos impresionados con la factura técnica de sus tebeos para no darnos cuenta de que el contenido no servía ni para envolver pescado?

Todos esos autores han ido cayendo en el olvido y exceptuando nostálgicos incurables cuyas retinas quedaron dañadas por las logoformas metalizadas y los hologramas que poblaban las portadas de la era de la especulación comiquera, creo que casi todo el mundo hemos llegado a la conclusión de que esos autores y esos tebeos eran lo peor de lo peor.



Pero inexplicablemente por mi parte, a Jim Lee no nos lo quitamos ni con aguarrás. Cierto es que de ese "póker de ases" mencionado anteriormente era junto a Silvestri lo más potable gráficamente de esa paterna de "dibujantes de cómics". También es verdad que Lee ha sabido jugar sus cartas sabiamente e ir escalando posiciones en la industria, convirtiéndose junto con Didio en uno de los editores jefe de la DC de los últimos tiempos.



Pero no contento con eso, Lee cada cierto tiempo nos "deleita" con sus trabajos a los lápices en los títulos más punteros de DC Comics. Es cierto que sigue teniendo inexplicablemente una legión de seguidores que alaba un estilo que aunque a finales de los 80 y principios de los 90, era lo más de lo más pero que durante los últimos 15-20 años se ha quedado más antiguo que los lápices de Don Heck.



Lo peor de toda esta historia es que Lee tiene la habilidad de conseguir que guionistas más que competentes como Geoff Johns, Brian Azzarello o Scott Snyder estén a la altura de "guionistas" como Brandon Choi, o el resto de sucedáneos que nos colaron en la era Image. Para muestra, los primeros ejemplares de la Justice League de los Nuevos 52 o Superman Unchained.

E incluso en este Rebirth Lee nos tiene que aguar la fiesta. Y por supuesto en uno de los títulos "hot" de esta nueva DC, El Escuadrón Suicida, coincidiendo con el estreno de la taquillera producción de Warner Bros.



Para juntar las letras que acompañen los anticuados dibujos y deficiente narrativa de un Jim Lee que nació exclusivamente para realizar "splash pages" tenemos a Rob Williams, al cual no puedo valorar en su justa medida porque si Johns o Snyder, guionistas de peso en la industria se han tenido que someter al "jefe" no quiero saber cual es la responsabilidad final de este autor.

Llama la atención que en las historias de complemento que acompañan cada ejemplar de esta nuevo Escuadrón Suicida -ya que Lee solo puede realizar 11 páginas de cada ejemplar, no se vaya a herniar- y acompañado de otros dibujantes como Jason Fabok, Philip Tan o Ivan Reis, donde ahonda en el pasado de los miembros del Escuadrón, podemos vislumbrar un trabajo que sin ser revolucionario ni brillante, por lo menos no te toma por gilipollas.



Y es que la historia principal, donde Lee se "luce" es un compendio de todos los tics y manierismos gráficos y narrativos de los primeros tiempos de Image. Nulo desarrollo de los personajes, escenas de acción supuestamente espectaculares pero pésimamente narradas y en general un despropósito que cuesta mucho seguir con el mínimo interés.



Resumiendo, una nueva versión del grupo que queda muy lejos de la obra de sus creadores originales y que puede que guste a todos aquellos que disfrutan con tebeos que no les cuentan absolutamente nada y vibran con las mil y una rayitas para pretender detallismo de las que hace gala un Jim Lee que sigue viviendo de los réditos de un pasado que nunca más debería volver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...