17 de febrero de 2017

Camino a los Oscar 2017 Parte 2: Entre Biopics anda el juego






































La carrera a los Oscars es fundamental para alcanzar un supuesto caché en la trayectoria de los actores de la Meca del Cine. Y es por ello que se crean productos donde el actor es la estrella, siendo el "biopic" la mejor manera de alcanzar notoriedad, prestigio y la preciada estatuilla.

Es por ello que en la cartelera coincidirán dos películas, Jackie y El Fundador que aspiran a darles el premio a Natalie Portman y a Michael Keaton. La primera ha conseguido el objetivo por Jackie, pero Keaton se deberá esperar a otra ocasión para llevarse el premio a mejor actor.



Y aunque el biopic se ha devaluado algo en los últimos años -lejos quedan los tiempos en los que obras como Amadeus o Ghandi arramplaban con todos los premios habidos y por haber- sigue existiendo este subgénero cinematográfico.

Si la tendencia al biopic da como resultados obras como Jackie, iremos por el buen camino. Porque Jackie es una cinta íntima y cruda que se centra en los días posteriores al magnicidio de JFK y las consecuencias para Jackie Kennedy, la viuda de América y figura histórica que se ha dejado de lado, centrándose la obra de Paco Larraín en diseccionar con precisión de cirujano, todo lo que acontecía en la mente y en la vida de un personaje tan hermético como la obra que se nos presenta.



Natalie Portman borda un trabajo difícil, representando la figura de una mujer tan misteriosa e infranqueable como la muerte de su marido, donde a través de la entrevista de un reportero a Jackie Kennedy, descubrimos el alma y la fuerza de una mujer torturada, tan propensa a la apertura de puertas y a la cercanía -que luego fue una máxima de la familia Obama- como cerrada y fría cuando alguien intentaba alcanzar su alma.

Larraín dota a su obra de una emotividad dura como el diamante, donde la exposición de los hechos minuciosa estéticamente, deja abierta a la interpretación, gracias a un montaje desestructurado, de la vida de Jackie previa y posterior al crimen.



En cambio, El Fundador de John Lee Hancock, que ya se adentró en las arenas del biopic con Salvando a Mr. Banks, nos entrega una obra correcta pero que poco aporta a la historia del cine, con un trabajo que se deja ver con interés, pero que deja escaso poso en el espectador.

Y es que la historia de como un comercial sin escrúpulos convirtió Mc Donalds, de negocio familiar a megacorporación mundial, dejando cadáveres empresariales a su paso, es interesante desde el punto de vista de la cultura que nos rodea, pero el filme no va más allá del telefilme de sobremesa.



La interpretación de Keaton, que debería ser el punto álgido del largometraje y la razón de ser del mismo, es un festival de histrionismo, más cercano a Bitelchús que a su concisión en Spotlight. Cierto es que lo que Keaton quiere es llevarse la estatuilla tras perder injustamente ante Eddie Redmayne cuando estuvo nominado por Birdman. Y es que su papel en Birdman es bigger than life, pero no es lo mismo que te dirija Iñarritu, que Hancock.



En definitiva, dos filmes correctos, donde Jackie destaca por méritos propios por sus riesgos estilísticos aunque El Fundador no puede considerarse una mala película, sinoque intrascendente y vulgar.

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